Como dijo un responsable de la marca: "este no es un nuevo proyecto de venta, sino un espacio arquitectónico único en su especie".
El volumen del espacio es brillante e innovador caracterizado con toques de humor y está en perfecta armonía con los valores de la marca clave de Longchamp: la creatividad, elegancia, el placer y frescura.
Heatherwick es conocido por sus líneas poco convencionales, las formas y los desafíos de la ingeniería y sus diseños son a menudo percibidos como más escultóricos que arquitectónicos.
La ubicación es una excepcional esquina a dos calles que permite que el perímetro del edificio se llene de ventanas a lo alto y ancho de ella, permitiendo la captura de una gran cantidad de luz natural que se extiende a lo largo de todo el espacio.
Es un edificio muy pequeño en planta, por lo que se tenía que elevar. El mayor cambio estructural fue una gran escalera y la adición de un tercer piso nuevo en el que se instala la sala de exposiciones, oficinas y jardín en la azotea.
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