
Un grupo de 10 estudiantes de arquitectura y con la ayuda de los propios niños que estudian en este colegio (usuarios del edificio y por tanto cliente final), participaron en proceso de creación, dando sus opiniones sobre la forma de la que se utiliza el espacio, cómo debe funcionar y lo que les gustaría ver en su escuela.
Juntos trataron de animar el antiguo edificio escolar de 1915.

De esta forma, también, Die Baupiloten permite a los estudiantes de arquitectura obtener la experiencia real dando vida a sus proyectos.




El resultado superó todas las expectativas. Necesitamos más colegios como este. A lo mejor así será más fácil de combatir el fracaso escolar que no para de crecer en toda Europa. Saludos!!!
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